El Real Madrid vence al Liverpool y pasa a cuartos de la Champions. Por fin un partido tranquilo en el Bernabéu.
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este minúsculo rincón de madridismo. Pues nada, ya estamos en cuartos de la Champions … otra vez. Y lo primero que tengo que hacer es agradecer haber salido hoy del estadio tranquilamente, sin la tensión arterial por las nubes y caminando sin necesidad de tener que sujetarme las piernas para poder dar un paso detrás de otro.
Que eso de sufrir, no dar una a derechas, seguir sufriendo, hasta el final, vamos Real, sufrir un poquito más por si no tenías bastante, agarrarte no ya a un clavo ardiendo sino a un edificio entero en llamas y terminar ganando; pues todo esto está muy bien, que no te digo yo que no, pero que de vez en cuando se agradece tener un rato sin (muchos) sobresaltos tampoco se discute.
Celebremos por tanto el día, o más bien la noche, de …
La serenidad
Y todo esto se ha conseguido por varios factores. Primero porque hemos jugado como si fuésemos nosotros los que necesitásemos los goles. Porque Modric y Kroos han competido como si fuera esta la primera Champions a la que aspiraran. Porque, alabado sea el señor, Redondo, Makelele y Seedorf quisieron crear un futbolista a su imagen a semejanza (a la de los tres) y les salió Camavinga.
También ha sido posible porque yo no soy el entrenador (no pondría a croata y alemán juntos ni aunque me pagaran 7 millones de euros durante 18 años). Porque Nacho es, de largo, de muy largo, el mejor defensor español actual. Porque Militao va sobrado (aunque de vez en cuanto esa sobradez le acarree algún susto). Porque 3 horas después de terminar el partido Valverde sigue corriendo. Y porque Vini tiene clase, regate, ganas y calidad para dar y regalar.
En definitiva, porque esto es la Champions y este es el Real Madrid, el único equipo capaz de querer ganar la decimoquinta a los tres minutos de haber conseguido la decimocuarta. Oye, que igual esta temporada no la ganamos, de hecho estoy total y absolutamente convencido de que este año no toca, pero, ya sabes … ¿y si sí? En todo caso, con lo estoy viviendo, que me quiten lo bailado, sinceramente te lo digo.
Liverpool
No están en su mejor momento, esto es algo obvio. En la Premier están a 24 puntos del líder y fuera de los puestos europeos. Supongo que, al igual que nos ha pasado a nosotros en otros tiempos, vería la Champions como una forma de justificar una temporada, de intentar llegar lejos y mantener la ilusión de los suyos … el problema es que no contaban con el actual campeón de Europa.
Los ingleses son, además, un equipo de los grandes. De los muy grandes. De los que el día en que el fallece el presidente de honor de tu rival se plantan con una corona de flores en su estadio y delante de esa misma afición rival. Justo ha sido darles hoy las gracias poniendo el «You never walk alone» al finalizar el encuentro. Grandeza reconoce grandeza. Hoy y siempre.
Sí, pero no
De todas formas, según voy escribiendo esto, como que parece que me falta algo. Quizá este sentimiento esté provocado por el espíritu inconformista que impregna al madridismo, o quizá sea también que estoy de la cabeza (mucho) peor de lo que yo pensaba. Me decanto más por lo segundo. Bueno, por eso y porque también puede ser que me vaya demasiado la marcha.
El caso es que no hago más que darle vueltas a la cabeza a eso de que está muy bien tener una eliminatoria plácida, salir caminando del Bernabéu hablando tranquilamente con Jesús (mi compañero de fatigas en la grada) buscando cuáles pueden ser nuestros rivales, planeando ya un viaje a Milán o incluso comentando dónde pasaremos las vacaciones de semana santa. Y todo sin que sea necesario tomarse una estatina.
Pero, como somos como somos, el cuerpo pide marcha y desde este humilde foro respetuosamente pido que vuelvan los goles salvadores en el minuto 90, el rugir del Bernabéu cuando el speaker anuncia 6 minutos de descuento, las caras desencajadas en la grada y el quedarse sentado en la butaca 10 minutos después del pitido final porque no puedes ni moverte.
Sí, el caso es no estar nunca contento … te lo compro, pero es lo que hay, ya sabes.
En fin, que se vienen así casi sin solución de continuidad el sorteo del viernes a las 12:00 horas (que determinará no sólo los cruces de cuartos sino también los de semifinales y en el que, al igual que ocasiones anteriores, no podremos enfrentarnos a ningún equipo español) y el Clásico en el Camp Nou el domingo a las 21:00 horas. Hasta el final, vamos fiscal … digo, Real!!! En qué estaría yo pensando. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.
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